Harley-Davidson | Modelo: Dyna 1340 | Año: 1983
Dos extremos de la materia en uno, llevar una moto de estilo custom hacía el extremo de la velocidad y el estilo.
La custom muscle cruiser, “done the right way”
La Cheetah de Lucky Customs es una moto bastante audaz en su propuesta, porque además de la mezcla de estilos tan diferentes, piezas atemporales, elementos viejos junto con elementos modernos y de alta tecnología, una moto que además, aparentemente, es una de las primeras Harley Davidson turbo-cargadas de Argentina. Esta propuesta materializa un concepto que me gusta a mí, “motos cuyo funcionamiento está acorde a las expectativas que plantean estéticamente”.

Las olvidadas y no tan populares Salt Racers
Esta moto nos presenta un estilo que ya no es muy común, el de las Salt Racers, (micro-nota editorial 1, así es, las cafe racers no están solas) y que tiene sus raíces en las carreras de las salinas de bonneville en Utah en los Estados Unidos (micro-nota editorial 2, la iconica Triumph Bonneville reina de las café-racers recibe su nombre por este lugar) lugar donde el legendario Burt Munro un Neozelandés de 68 años que rompió el record de los 300 kilómetros por hora en una motocicleta Indian que construyó en su cobertizo en 1967. Estas precursoras de las superbikes y de las dragbikes proponían un estilo en el cual la moto era completamente despojada de todas sus partes para dejar un chasis con una posición extremadamente aerodinámica, con el mínimo de partes mecanicas para mantener el motor funcionando, un motor con el mayor desempeño posible (a veces hasta incluyendo dos motos trabajando en conjunto) para lograr una sola cosa la mayor velocidad en línea recta posible.

Cuando entramos en el pantanoso terreno del desempeño y los motores de alto rendimiento, tocamos algunos puntos dolorosos como por ejemplo considerar que: Para que el motor de una Harley Davidson produzca el caballaje que “debe” (sé que con este comentario no haré muchos amigos) producir un motor de esa capacidad, casi siempre debes realizar extensivas modificaciones o al menos se debe utilizar un kit que casi que duplica la cilindrada original.

♠ El as bajo la manga de la Cheetah ♠
En términos de desempeño es donde la Cheetah tiene un verdadero as bajo la manga, Lucas Layum de Lucky Customs equipó un turbo-cargador proveniente de un Audi A3 a este motor 1450cc que fue modificado hasta a nivel estético donde hasta las aletas de refrigeración fueron reducidas. En este apartado de motor, la Cheetah tiene una mezcla de tecnologías muy interesante, usar un turbo en un motor carburado, donde se deben controlar de manera analógica el balance entre los incrementos de presión de aire generada en la turbina junto con el aumento de combustible necesario para mantener la mezcla dentro del motor equilibrada.

Una moto que juega en los extremos (Un breve despiece)
Lucky es un constructor que ya nos ha sorprendido con sus peculiares combinaciones de piezas, las que hacen de sus fabricaciones, verdaderas obras del Dr. Victor Frankenstein.
La moto cuenta con unas enormes ruedas de 23 pulgadas, que son extremadamente raras, estás además están montadas muy adecuadamente con llantas Avon (Siempre legendarias en las carreras de antaño).
Para el conjunto lumínico la moto tiene un farro bastante contraintuitivo, donde vemos un faro en forma de gota con un vidrio que se ve bastante antiguo, al estilo Ford Coupe 1937. La moto cuenta con un frente traído de una motocicleta antigua, que aún cuenta con el sistema de suspensión original de resortes, que se ven bastante rígidos, y que están acompañadas por un enorme freno de disco.

A final de cuentas clásica y básica
A pesar de la atrevida propuesta la Cheetah se mantiene clásica con una geometría básica, donde predomina una línea que atraviesa la moto de lado a lado, como una columna vertebral. La moto está pintada en un color plano, que acompaña las curvas del pequeño tanque de gasolina, al mejor estilo de una moto o un auto antiguo. La silla, así como la sección de guardabarros fueron reducidos a su más mínima expresión. La posición de manejo es agresiva, con puntos de contacto minimalistas, pero de estilo moderno y sofisticado. El motor en V cuenta con refrigeración, pero esta se maneja con un pequeño radiador de aceite. Un trabajo muy limpio.

Nota Final
“Mundos estéticos, tecnológicos y funcionales contrarios, traídos de manera exitosa en una moto”
Para finalizar (la que ya se hace tradicional) mi nota editorial. La Cheetah es una propuesta potente, tiene muy claras sus intenciones y más importante que éso, logra muy bien cumplir con las expectativas que propone. “Es un ejercicio estético que cumple en lo práctico”. Esta moto mezcla exitosamente estilos que son un tanto contradictorios, además lo hace de una manera fluida y que casi que pasa desapercibida. Presenta una interpretación de un concepto un tanto olvidado (Las Salt-Racers), pero lo trae en una “presentación” que está a la altura de la modernidad. Mundos estéticos, tecnológicos y funcionales contrarios, traídos de manera exitosa en una moto.
